Por fín se dejó ver y es que desde hace unos años en el Alto Curueño cada vez son más frecuentes los indicios de presencia del oso. Sin duda se trata de una especie emblemática en España y en la Cordillera y posiblemente una de las que más apetece ver a todos los amantes de la naturaleza. Creo que pocas cosas nuevas os puedo contar de esta especie, y mas allá de mi opinión personal en torno al oso, las zonas oseras, los planes de recuperación y muchas otras cosas que me gustan en mayor o menor medida os muestro algunas fotografías que he ido recopilando estos dos últimos años en la que se constata la presencia del oso en la montaña central leonesa.
Huella de la pata posterior |
Huella de la pata anterior |
Huella de la pata anterior en el barro |
Marca con las garras sobre un pino |
Este es el áspecto en el que quedan las colmenas cuando el oso se pega una buena cena de miel. Como podéis ver el "espantaosos" que esta colocado a la derecha no sirvió de mucho.
Sobre este cuadro se pueden observar las marcas de las garras |
Detalle del cuadro con los bordes astillados |
Para los que no habeís tenido la suerte de ver un enjambre fuera de una colmena os muestro alguna fotografía. La verdad es que a mi me dan más miedo que el oso.
Se forma una "piña" de abejas protegiendo a la reina que está en el centro. |
El enjambre puede estar formado por varios miles de abejas |
Y por último:
A pesar de ser fotos tomadas de noche por la cámara de fototrampeo se pueden observar las garras de la pata anterior izquierda |
Momento en el que abandona la zona, esperemos que se quede en el valle del Curueño |
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