Alcaraván (Burhinus oedicnemus)

El alcaraván común es un ave limícola, aunque en muchas ocasiones  lo encontramos más asociado a zonas abiertas, pedregosas y baldías que a zonas húmedas. De hábitos crepusculares y nocturnos uno de los mayores atractivos es escuchar su reclamo de madrugada y en ocasiones muy cerca de los pueblos. El vuelo durante el día generalmente es a baja altura y de aspecto pausado. Bate despacio las alas y realiza largos planeos. Los vuelos nocturnos se suelen realizar a mayor altura.

El plumaje es gris parduzco y apagado, pero lo más llamativo de esta especie una vez localizada, es el color amarillo ámbar del ojo. De hecho, si está inmóvil se mimetiza tan bien con el terreno que la mayor parte de las veces que lo localizamos es gracias al amarillo intenso del ojo.



El pico también es de color amarillo  con la punta negra. Apenas existen diferencias entre el macho y la hembra, tan sólo la franja alar blanca de borde negro puede servir como criterio diferenciador en campo (por lo general la franja pálida es más ancha en el macho que en la hembra, no obstante esta diferencia ni siquiera queda bien patente observando a los dos individuos juntos).




La alimentación se basa principalmente en caracoles, lombrices de tierra, insectos como lepidópteros y escarabajos. Ocasionalmente se puede alimentar de ratones, topillos, pequeñas lagartijas o crías de pajaros que anidan en el suelo.




Observad esta fotografia de este viñedo, si localizar el pájaro es dificil.... encontrar la puesta, en muchas ocasiones es fruto de la casualidad.


La incubación dura 26 días y es realizada por ambos progenitores. En esta fotografía, se observa uno en el nido mientras que el otro permanece próximo por si hubiera que alejar del nido a cornejas o cualquier otro intruso. En el de la izquierda se aprecia el comportamiento típico una vez que nos han localizado (se alejan corriendo o caminando de forma "furtiva" con la cabeza estirada , prácticamente metida entre los hombros y las patas flexionadas, para alejarse del nido sin ser vistos).
Si se asustan y dejan el nido como en este caso, rara vez vuelven a él directamente sino que se posan a una distancia considerable y regresaran apeonando y haciendo paradas para observar que el peligro ha pasado. Generalmente es una carrera rápida con paradas intermitentes.


 La puesta consta de dos huevos, considerablemente grandes para el tamaño del individuo adulto. Se realiza en una pequeña depresión en el suelo sin aporte de materiales, pero si se observa un gran acumulo de pequeñas piedras del mismo tamaño. He leido, que en zonas de abundancia de conejos es posible que los huevos se depositen sobre una cama de excrementos.


Aquí se observa perfectamente la cama de guijarros y la otra cosa que os queria mostrar y en esta vista frontal se ve muy bien también, es que los huevos nunca se tocan ya que los progenitores se posan en el nido con una pata entre ellos. Si teneis ocasión de localizar alguna vez un nido de alcaraván podréis observarlo.


Bueno,, si no se malogra la puesta y puedo localizar los pollos os cuento más cosas.

Mi agradecimiento a Jesús González González por no arar la viña y  por ser el guardian de "la pajarina".Un abrazo Jesús.







Críalo (Clamator glandarius)

Estamos en una de las épocas del año que mejores recuerdos me traen, llegaba la primavera y desde bien pequeño era mi padre el que me decía: "mañana te llevo a buscar a nidos". Casi siempre que salíamos, era raro  no encontrar 15 ó  20 nidos de urraca en una mañana. Ahora, unos cuantos años despúes, hago el mismo recorrido que tantas veces hice y suerte tendré si encuentro 4 o 5.

Y es que, desde hace algunos años en muchas zonas del páramo los usos del suelo han cambiado bastante. Las zonas de cereal y viñedo se han sustituido por plantaciones de pinos de repoblación y algunas especies, entre ellas los críalos, se han visto favorecidas.

Los críalos, son una especie de cucos que parásitan...........vamos a las fotos que al final queda todo mejor explicado:

1. A esto me refiero con los cambios de uso de suelo. Zonas baldías convertidas en pinares de repoblación.



Pinar de repoblación en una zona historicamente dominada por robles y encinas

2. En muchas ocasiones cuando los pinos alcanzan los diez-quince años se ven afectados por la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) , uno de los pilares básicos de la alimentación del críalo.

Bolsón típico de la procesionaria del pino, con orugas en el exterior

3. Durante estos días los críalos recien llegados de Africa se encuentran en periódo nupcial y los machos ofrecen alimento a las hembras como parte del cortejo. Secuencia de fotos de la parada núpcial.

La hembra ( a la derecha ) baja las alas y levanta la cola para mostrar su receptividad al macho

El macho va en busca de alimento y se lo ofrece a la hembra

Generalmente el intercambio de alimento se produce durante la cópula

En esta fotografía se pueden apreciar las diferencias entre el macho y la hembra. El macho es ligeramente más grande, mayor barrado en las franjas alares y píleo y nuca de color más claro que la hembra.

Otra cópula en la que el macho, nuevamente, da de comer a la hembra.


4. Los críalos son cucos especializados en parasitar nidos de urraca y de corneja. Depositan generalmente un huevo, en ocasiones dos, dentro de la puesta pero una vez que han localizado el nido y burlado a urracas y cornejas (y mira que es díficil con lo listas que son) , vuelven en repetidas ocasiones  para comprobar que la incubación sigue su curso.

 En la foto se ve un nido de urraca, techado por arriba, para evitar que los pollos sean devorados por azores o gavilanes.

Nido tipico de urraca, con un sólo orifcio de entrada y salida

Puesta de urraca, siete huevos de urraca y uno de críalo. Si nos fijamos bien es de menor tamaño, mas esférico y color menos verde oliva que el resto.

Puesta de urraca parasitada
 
5. A diferencia de los cucos, los críalos no expulsan a sus hermanos del nido nada más nacer, sino que la estategia es diferente. Los críalos reclaman la comida a sus padres adoptivos  de forma más lastimera y llamativa , por lo que si el año no es bueno en cuanto a disponibilidad de alimento, sus hermanastros mueren de hambre.
En algunas ocasiones he visto nidos, con un críalo y varios pollos de urraca o corneja, pero en los que he visto dos críalos rara vez sobrevive algún pollo de la especie parasitada.

Dos críalos en un nido de corneja. Las cuatro o cinco cornejas de la puesta no han sobrevivdo a la voracidad de sus hermanos


La diferencia de edad es de una semana aproximadamente. Es posible que los críalos no sean hermanos entre sí, y que sólo compartan nido.

En ningún caso creo que la población de urracas y cornejas, a pesar de que sí ha dismunuido en cuanto a efectivos poblacionales, se vea afectada por el auge de los críalos.
Creo que urracas y cornejas son suficientemente "listas" para que, con un par de nidadas fallidas acaben aprendiendo a reconocer tanto los huevos como los pollos intrusos y al año siguiente consigan completar la puesta sin ser parasitadas.